VIAJE A FRANCIA EN COCHE. SEGUNDA PARTE


Hoy os traigo la segunda parte de nuestro viaje por Francia en coche. ¿Visteis ya la primera parada?, ¿a qué estáis esperando? Como os decía, esta zona me gustó aún más, y es que los pueblos de la zona del río Dordoña son espectaculares. Todos ellos medievales. 

Esta vez estuvimos alojados en Sarlat La Caneda, que está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. ¿Sinceramente? ¡No me extraña! A mí me enamoró desde el primer momento. Hicimos una visita guiada en castellano, pero no nos entusiasmó demasiado. Eso sí, perderse por ella de día y de noche es el mejor plan para descubrir sus rincones. Para los amantes del foie, enhorabuena, estáis en el lugar indicado. Hay millones de tiendas con foie de oca o de pato.


 Sarlat la Caneda








Antes de llegar a Sarlat, de camino de Burdeos fuimos parando por diferentes pueblos y algún castillo que nos recomendaron. Son bastante pequeños y se ven rápido. Decir que fuimos mejorando según nos íbamos acercando a nuestro destino. Vimos Bergerac, el castillo de Mombazillac, Issegeac, Mompazier (aquí comimos un bocata caliente y un postre que compramos en una patisserie) y Belvés.

Bergerac
Castillo de mombazillac



Issegeac

Mompazier 



 Belvés

Al día siguiente visitamos Beynac et Cazenac (este fue el tercer pueblo que más me gustó después de Sarlat), Castillo de Milandés y de Castelnaud (son bonitos, pero si queréis los podéis obviar perfectamente) La Roque Gageac (este fue el segundo pueblo que más me gustó después de Sarlat), Domme (aquí comimos en otra patisserie y después nos tomamos un helado súper rico je je). Por la tarde volvimos a Sarlat y a eso de las ocho de la tarde fue cuando hicimos la visita guiada.


 Beynac et Cazenac











 La Roque Gageac





 Domme


Con mucha pena tocó madrugar para ir a nuestro siguiente destino, el País Vasco francés, ¡pero eso ya lo dejo para la tercera parte!


“Una vez que has viajado, la travesía nunca termina, sino que es recreada una y otra vez a partir de vitrinas con recuerdos. La mente nunca puede desprenderse del viaje” Pat Conroy